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Mostrando entradas de febrero 20, 2008

El primer "Gran Hermano"

No piensen que voy a hablar del programa televisivo. Sólo decir al respecto de dicho esfuerzo mediático que nada tiene que ver al panorama que pinta su creador George Orwell en su novela 1984. Tantos comentarios he leído al respecto del creador de este ¿"fenómeno"? de la televisión, que lo único que tiene de fenómeno es que revela la decadencia social que permite que muchos se inclinen hacia tales escenarios. Como dije, leí muchos comentarios sobre la "célebre" novela de George Orwell: "1984". Como persona interesada en la literatura, me interesó y leí el libro. Tal como lo define el editor, es un "magnífico análisis del poder". No pareciera que hubiera sido escrito en el año en que se escribió (1948) el autor pareciera haber jugado con su título un simple cambio de roles en sus dos últimas cifras. Lo cierto es que se trata del poder a nivel mundial. No dice nada nuevo, pero tal como el autor dice de su personaje: "Pensó Winston que los mejo

Biografía de Lutero (3ª parte)

-o-o-o- 1ª parte -o-o-o- 2ª parte -o-o-o- En su búsqueda de una piedad sincera y honesta había llegado a estar disconforme con algunas prácticas de penitencia de la Iglesia, y cuando a fines de 1517 sus feligreses le enseñaron unas cartas de indulgencia que habían comprado, pretendiendo librarse con ellas de ciertas consecuencias del pecado, ya no pudo quedarse tranquilo. Alberto, príncipe de la casa de Brandeburgo, no sabía que, de algún modo (por ciertos favores obtenidos), hizo un acuerdo financiero con el papado. Lutero también ignoraba, que para asegurarse esta operación, León X había concedido a Alberto el privilegio de vender una indulgencia, el producto de la cual sería dividido en dos partes, una para pagar la deuda con los Fugger (banqueros de Ausburgo) y la otra iría a las arcas de León X. Lo que sí sabía era que se suponía que todo el producto de la venta iría a parar a Roma, para la reconstrucción de la iglesia de San Pedro. Desconocía los entretelones de la ope

Biografía de Lutero (2ª parte)

Durante el año 1512 Lutero llevó a plena luz por primera vez los elementos antagónicos que luchaban en su pensamiento y los vió con tal claridad y en tal armonía, que llamó a esta experiencia el nacimiento de su fe. En la torre donde a menudo estudiaba, fijó su atención en el texto de Romanos 1:17 “El justo vivirá por la fe”. Consciente de la perfecta rectitud de Dios y también de su propio pecado, no podía entender cómo podía alguien justificarse ante Dios. Este habría sido su problema desde los días de su juventud en que sintió el llamado de la religión. ¿Qué quería dar a entender Pablo con “El justo vivirá por la fe”? Pablo, que más que nadie había mostrado la pecaminosidad de la raza humana; Pablo, que exclamó como tan a menudo el propio Lutero lo hiciera: “¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará del cuerpo de esta muerte?”. Lutero recordó el consejo constante de Staupitz de considerar la crucifixión. ¿Por la fe en la crucifixión podía él, encontrar alivio a su carga de

Cuestiones del creer y la vida cristiana.

El siguiente texto lo dijo en su foro Monja Guerrillera : “Los judíos que recientemente habían creído en Cristo y empezaban a ser cristianos se estaban regresando a ser “santos” a la manera mosaica. Por miedo a la gracia y por miedo -como siempre- a la libertad. Preferían regresar al incumplimiento constante de las leyes (porque eran incumplibles y ya las había cumplido Cristo y clavado en la Cruz) que ir hacia el Pacto Nuevo donde es innecesaria la santificación por medio de las obras. Ahora bien, si quiere la gente volver a la ilusión de obtener por sí misma el favor de Dios, que no crea en Cristo, que no hace falta, y que se recete y se prescriba nuevas tablas mosaicas. Que olvide el Monte de los Olivos y regrese al Sinaí. Y estará esa gente contenta, sintiéndose santa esforzándose en esterilidades y absolutamente muerta.” Cuántas reflexiones vienen a mi mente cuando leo muchos de los textos de “Monja Guerrillera”. Debo aclarar que algunos de sus textos me son oscuros, no t

Sobre el uso del Dinero (Wesley)

Este texto ha sido rescatado de otro texto, del cual hago mención al final. Juan Wesley decía, al hablar del buen uso del dinero: “No malgastéis nada de tan precioso talento, tan sólo por agradar a los ojos con superfluos y costosos atavíos o con adornos innecesarios. No gastéis parte de él adornando prolijamente vuestras casas con muebles inútiles y costosos, con cuadros costosos, pinturas y dorados…. No gastéis nada para satisfacer la soberbia de la vida, ni para obtener la admiración de los hombres…. Siempre que te halagues a ti mismo, los hombres hablarán bien de ti. Siempre que te vistas “de púrpura y de lino fino blanco, y tengas banquetes espléndidos todos los días”, no faltará quien aplauda tu elegancia, tu buen gusto, tu generosidad y tu rumbosa hospitalidad. Pero no vayas a pagar tan caros sus aplausos. Conténtate más bien con el honor que viene de Dios.” John Wesley, Works, Sermón 50, Sobre el uso de dinero. Este texto, fue extraído del libro Adventista “El C